miércoles, 8 de enero de 2014

LA CARRERA POR LA CONQUISTA DEL ESPACIO




LA CARRERA POR LA CONQUISTA DEL ESPACIO


     La carrera por conquistar el espacio empezó con el envío de satélites fuera de la Tierra. Ponerlos a orbitar y recibir información a través de ellos fue uno de los logros más grandes del hombre, permitiéndonos mejorar las comunicaciones, tener sistemas de geo- posicionamiento, imágenes de nuestro planeta para mapas, y estar también un poco más cerca de lo que hay más allá de nuestro mundo.
     Latinoamérica ha sido víctima siempre de un desarrollo tardío en las tecnologías, pero aunque muchas veces tenemos otras cosas de que preocuparnos, siempre se ha luchado sin descanso para buscar una forma de ser parte también de ese mundo evolutivo y cambiante en el que vivimos.
    Los rusos fueron los primeros en lograr poner en órbita un satélite artificial, enviando al Sputnik 1 al espacio en 1957, pero no fue sino hasta 28 años después que recién Latinoamérica pudo poner su nombre en la lista satelital.
BRASIL
         El primer país en obtener este logro fue Brasil, con el lanzamiento de su satélite Brasilsat A1” en febrero de 1985. Curiosamente, la incursión de Brasil en este mundo está relacionada directamente con el fútbol: en 1982 los brasileños no pudieron ver la clasificación de su selección para el Mundial de España en ese año, ya que la TV no pudo conseguir un espacio de transmisión por el satélite de Intelsat, la primera red comercial de satélites. Al final sólo se transmitió el relato, sin las imágenes, lo que causó que los brasileños se plantearan seriamente la necesidad de tener su propio satélite. Mal que mal, había que ver el fútbol.

        El Brasilsat A1 fue lanzado 3 años después, y sus usos - además de transmitir fútbol - incluían telefonía, radiodifusión, televisión y transmisión de datos. Un año más tarde, en el año 1986, se lanzó el “Brasilsat A2”, ambos con un costo de casi US$125 millones. Cada uno tenía una masa de 646Kg en órbita y un tamaño de 2.2m de diámetro y 7m de altura. Los dos satélites estuvieron a cargo de la compañía canadiense Spar Aerospace, y fueron puestos en órbita desde el Puerto espacial de Kourou.
MÉXICO
     El segundo país de Latinoamérica que colocó un satélite en órbita fue México, con el "Morelos I", que fue lanzado el 17 de Junio de 1985. No estaba inspirado en el fútbol, pero tenía los mismos fines comunicacionales para mejorar los sistemas en México. El proyecto estuvo en manos del grupo Hughes Aircraft Corporation for the SCT, tuvo un costo de US$92 millones y una vida estimada de 9 años. El siguiente satélite, bautizado Morelos II, fue lanzado en noviembre del mismo año por el transbordador Atlantis, y se hizo famoso por que en esa misma misión (STS-61-B) viajó al espacio Rodolfo Neri Vela, el primer mexicano en orbitar la Tierra.
ARGENTINA
     Argentina tuvo su oportunidad en 1990 con el Lusat 1 colocándose como el tercer país latinoamericano poseedor de un satélite de comunicaciones. En este caso, no fue el gobierno el que estuvo detrás de la iniciativa, sino que fueron radioaficionados, que necesitaban el aparato para mejorar sus comunicaciones. Se trató de un proyecto de la división argentina de AMSAT (Radio Amateur Satélite Corporación), y el satélite también enviado a órbita por el Puerto espacial de Kourou el 22 de enero de 1990. Su construcción estuvo a cargo de la empresa Arianespace.
 CHILE
    Ya que todos estaban en lo mismo, Chile siguió en la lista para enviar su propio satélite al espacio. El proyecto se logró en 1995 al colocar el “Fasat-Alfa” en órbita espacial, en un esfuerzo conjunto entre la Fuerza Área de Chile y SSTL (Empresa Británica). El satélite buscaba monitorear la capa de ozono e incluía la tecnología más moderna para la época, ya que era de pequeño tamaño e implicaba la miniaturización de las partes. Se esperaba que el satélite diera entre 3 a 4 vueltas a la Tierra por día y que viviera por unos 8 años, sin embargo, las cosas no salieron tan bien.
     El “Fasat-Alfa” se lanzó junto a un satélite ucraniano Sich-1 desde la base Plesetsk en Rusia. Una vez en el espacio, el satélite chileno no pudo desacoplarse del satélite ucraniano, y ambos quedaron unidos. Así, el Fasat-Alfa sigue pegado a este compañero, y en este momento los dos orbitan la Tierra como basura espacial.
Para mejorar esta triste historia, en 1998 Chile lanzó el “Fasat-Bravo”, que sí pudo orbitar el planeta de manera independiente.
COLOMBIA Y VENEZUELA
     Tenemos a Colombia y Venezuela, que lanzaron sus respectivos satélites en los años recientes. Colombia envió el Libertad 1 a la órbita en 2007. Se trata de un satélite miniatura de menos de 1Kg creado en el país cafetero, y que fue lanzado desde el Cosmódromo de Baikonuren Rusia. Por el lado de Venezuela está el VENESAT-1 lanzado en el 2008, que fue producido en China.

Satélite Simón Bolívar (VENESAT-1) 
      El Gobierno Bolivariano ha colocado las herramientas de las tecnologías de la información y comunicación al servicio del pueblo venezolano. Desde sus inicios, el Gobierno del Presidente Hugo Chávez concibió el uso de las herramientas de las telecomunicaciones como prioritarias en la lucha por la emancipación, y hoy día vemos como los niños y niñas de nuestro pueblo se forman en el uso tecnologías libres y solidarias, semilla del cambio que construimos día a día en la sociedad.
     El lanzamiento del primer satélite venezolano, colocando en lo más alto el nombre de nuestro Libertador Simón Bolívar. La puesta en órbita del VENESAT-1 marcó un hito en el desarrollo de las telecomunicaciones en nuestro país, pues más allá del salto que significa la operación de un satélite propio, su previsión de uso con fines de telemedicina y teleducación, afianzó el concepto de desarrollo tecnológico con pertinencia social sobre el que se fundamente el Plan de Desarrollo de Nación: el Proyecto Nacional Simón Bolívar.
     El satélite VENESAT-1 (Simón Bolívar) el  primer satélite artificial propiedad del Estado venezolano lanzado desde China el día 29 de octubre de 2008. Es administrado por el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología a través de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) de Venezuela para el uso pacífico del espacio exterior. Se encuentra ubicado a una altura de 35.784,04 km de la superficie de la Tierra en la órbita geoestacionaria de Clarke.
      El satélite Simón Bolívar nace como parte del proyecto VENESAT-1 impulsado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología a mediados de 2004. Ese mismo año se iniciaron conversaciones con la Agencia Espacial Federal Rusa; en principio se trató de concretar el convenio con Rusia, pero ante la negativa de ésta a la propuesta venezolana de transferencia tecnológica, que incluía la formación de técnicos especializados en el manejo del proyecto Satélite Simón Bolívar, Venezuela decide abandonar el acuerdo con Rusia. Luego, en octubre de 2004, el Estado venezolano decide iniciar conversaciones con China, que aceptó la propuesta. De esta forma, técnicos venezolanos serían capacitados en tecnología satelital, desarrollo del software y formación técnica para el manejo del satélite desde tierra. De cara al futuro el gobierno venezolano espera producir tecnología satelital encaminada a lanzar satélites desde suelo venezolano, con tecnología propia.
      El proyecto fue aprobado y el satélite fue fabricado y puesto en órbita por la Administración Nacional China del Espacio por un valor superior a los 400 millones de dólares, según las especificaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Con la puesta en órbita del satélite, Venezuela Ha obtenido mayor independencia tecnológica y de transmisión de datos.
     El objetivo del Satélite Simón Bolívar es facilitar el acceso y transmisión de servicios de datos por Internet, telefonía, televisión, telemedicina y teleeducación. Contempla cubrir todas aquellas necesidades nacionales que tienen que ver con las telecomunicaciones, sobre todo en aquellos lugares con poca densidad poblacional. Igualmente, pretende consolidar los programas y proyectos ejecutados por el Estado, garantizando llegar a los lugares más remotos, colocando en esos lugares puntos de conexión con el satélite, de tal manera que se garantice en tiempo real educación, diagnóstico e información a esa población que quizás no tenga acceso a ningún medio de comunicación y formación.
     El Gobierno venezolano a firma que además servirá para la integración latinoamericana e impulsará a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Uruguay cedió su órbita a Venezuela a cambio del 10% de la capacidad que tiene el satélite. 
         Posteriormente Venezuela lanza un segundo Satélite (El Satélite Miranda) (VRSS-1) o Venezuela Remote Sensing Satélite (VRSS-1) es el primer satélite de observación remota de Venezuela. Su objetivo es tomar imágenes digitales de alta resolución del territorio venezolano. Tiene cámaras de alta resolución (PMC) y cámaras de barrido ancho (WMC). Fue lanzado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan en China el 28 de septiembre de 2012. Se utilizó la plataforma CAST-2000, diseñada para satélites de bajo peso y el cohete Larga Marcha 2D. Es el segundo satélite artificial de Venezuela, después del satélite de telecomunicaciones Simón Bolívar.
Especificaciones
     Tiene un peso de 880 kilogramos, y una vida útil de cinco años. Es un satélite de órbita de baja altura (LEO) polar, que se encuentra a 639,5 km sobre la superficie terrestre, y se desplaza con una velocidad de 27.000 km/h aproximadamente. Su período orbital alrededor de la Tierra es de 97 minutos, dando 14 vueltas a la Tierra por día. Pasa sobre el territorio venezolano 3 veces al día y puede tomar 350 imágenes diarias.
Objetivos
     Es un satélite de observación terrestre. Cuenta con cámaras de alta resolución y de barrido ancho que permitirán la elaboración de mapas cartográficos. También está pensado para hacer evaluaciones de los suelos agrícolas, cosechas y producción agrícola. En el plano de la gestión ambiental podrá evaluar los recursos hídricos y las zonas en peligro de desertificación. Otro de los objetivos es facilitar la planificación urbana y obtención de información sismológica para la prevención de desastres.
Bolivia
     El ultimo (por ahora) en lanzar un satélite al espacio, el día viernes 20 de diciembre del 2013. Bolivia se unió a la lista de países de América Latina que han ingresado a la era espacial al poner en órbita su primer satélite de telecomunicaciones, desde la plataforma de lanzamiento XiChang, en China.
     El presidente de Bolvia, Evo Morales, presenció en China el lanzamiento acompañado por sus Ministros de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, de Defensa, Rubén Saavedra, y de Planificación, Viviana Caro.
     El satélite Túpac Katari, construido en China a un costo de 300 millones de dólares, comenzará a emitir a partir de marzo o abril próximos. El satélite artificial brindará servicios de telecomunicaciones a unos 3 millones del total de 10 millones de habitantes, radicados en áreas rurales.
    El satélite será controlado desde las bases de Amachuma, a 4.000 metros de altitud en el altiplano, y de La Guardia, en el llano boliviano, Para la construcción del satélite, Pekín otorgó un crédito de 256 millones de dólares, mientras La Paz desembolsó otros 44 millones, como fondo de contrapartida.
      América Latina, actualmente atendida por 72 satélites de telecomunicaciones, tendrá a su disposición 26 nuevos aparatos hasta 2017, que elevarán en un 30 % la capacidad satelital de la región, según datos presentados hoy en el XIII Congreso Latinoamericano de Satélites.
     Entre los 26 nuevos satélites que serán lanzados en el quinquenio destacan cinco contratados y operados directamente por gobiernos de la región: los Arsat 1, Arsat 2 y Arsat 3 (Argentina) y el Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas (Brasil).
     El crecimiento de la flota de satélites para Latinoamérica se debe principalmente a la demanda Brasilera, sin embargo también habrán satélites de Gobiernos Sudamericanos como el satélite Tupac Katari en Bolivia, los satélites Arsat 1, 2 y 3 de Argentina y el Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas de Brasil.
     El Internet Satelital también será privilegiado porque tendrá un total de 885 TPs (Transponders) en los 26 nuevos satélites previstos para América Latina, 308 serán en Banda Ka  exclusivos para la transmisión de Internet en Banda Ancha.
    Actualmente los 72 satélites en operación tienen 3.033 transponders, sin embargo pocas son las que se enfocan en el Internet- Como ya vimos en anteriores publicaciones en AzBolivia.com, Amazonas 3 fue el primer satélite con Banda Ka en América Latina siendo lanzado recientemente este año 2013. Hispasat ya tiene previsto lanzar en 2014 el satélite Amazonas 4.
     La empresa brasilera Embratel, que en realidad pertenece a la mexicana América Móvil, impulsará el Internet Satelital en Latinoamérica y pondrá en funcionamiento el satélite StarOne D1, el lanzamiento de este satélite está previsto para el año 2016 y estará enfocado hacia clientes corporativos y gobiernos.
La mayor flota de satélites en Latinoamérica pertenece a StarOne, que tiene 5 satélites geoestacionarios y 2 en órbita inclinada.
           El camino ha sido largo y no ha sido fácil ni económico estar a la altura de los países más avanzados, aunque actualmente algunos de los países mencionados poseen más de un satélite en órbita, y por supuesto con tecnología de punta. Algunos de los primeros satélites latinos ya no están en funcionamiento y son poco más que desecho espacial, pero lo que empezó el Brasilsat hace 24 años no se ha detenido, en cambio ha evolucionado y se desarrollado, para convertirse sin duda un orgullo latino.